Unas gotas de lluvia cayeron entre el 13 y el 17 de agosto, aliviando el estrés hídrico al que está sometido el viñedo de Bergerac. Son más de 20 mm d’agua providencial que da un respiro a la planta cuyas hojas amarillentas en algunos lugares bajo la acción pesada y continua de un verano abrasador.
Vamos : más sol y después más lluvia… si pudiéramos tener el control del clima sería aún mejor ! :p (¡pero sería un desastre infernal !).